lunes, 27 de junio de 2011

IMPUNIDAD. de Ana Vega

Ayer Eduardo Galeano reconocía en una entrevista lo que para muchos de nosotros es ya evidente: “se castiga la honestidad y se premia la mentira”. Es la tercera vez que escucho algo parecido esta semana, aplicado a diferentes aspectos, el económico, el laboral, el sentimental… El hombre quizá sea, por tanto, el único animal que nace pues con vocación de pérdida. Tal vez la humanidad se anule en cuanto el médico nos provoca el primer llanto a base de palmaditas. Pero, aunque así fuese, esto no explicaría el deterioro moral posterior de toda la especie. El ser humano es el único capaz de imaginar y llevar a cabo una barbaridad tan grande como la de aplaudir la mentira. Podría tratarse de un juego no demasiado difícil: tirar piedras contra tu propio tejado para luego recogerlas y, si es posible, tirar piedras en tejado ajeno para luego recoger más aún. Unas palabras de Marina Tsvietáieva me provocan cierto escalofrío: “Los libros me han dado más que las personas. El recuerdo de un ser humano palidece ante el recuerdo de un libro”.

Miren ustedes a su alrededor y analicen la trayectoria personal del triunfador que tengan más próximo y luego hagan lo mismo con aquel que ha peleado con todas sus fuerzas por hacerse un hueco en el mundo. Podrán calibrar entonces el alcance del caos en que ahora medimos nuestras prioridades y valores. Todos reconocemos al típico canalla listo que se las apaña siempre con mil artimañas para no pagar sus impuestos, también al que ha obtenido ingresos como goteo constante a lo largo de toda su vida por vampirizar algún anciano o víctima similar, los que aprovechan debilidades ajenas para crecer en ganancias de todo tipo, los que destruyen para construir sus palacios ( ver el caso Bush, la devastación provocada en Irak y su sonrisa eterna; ¿alguien se ha preguntado por ejemplo por qué a la hora de enfrentarse a una colonoscopia este sujeto tiene derecho a sedación mientras predica la tortura?), es decir: miles de ejemplares con los que enfrentarse cada día en la calle, los periódicos o el propio hogar.

Galeano nos da la clave de este triunfo inusitado de la mentira: la impunidad. Todos asistimos estupefactos a la mueca de burla que Berlusconi esconde entre sus blancos dientes mientras miles de ciudadanos vuelven a votarle en las urnas. La violencia de género se expande como un cáncer y en las víctimas siempre encontramos la misma súplica: justicia. Cuántos de nosotros decidimos levantarnos de la mesa ante un chiste xenófobo y cuántos hemos escuchado llorar a alguien en repetidas ocasiones, a horas intempestivas, intuyendo que algo ocurría en esa casa, y no hemos movido dedo alguno, como si al subir el volumen de nuestro televisor tapásemos nuestra vergüenza. Es tan culpable aquél que ordena y quien ejecuta dicha orden como el que calla. Todos ellos eligen finalmente en qué lado colocarse, al igual que quien decide bajar la vista cuando ve cómo un monstruo camina por encima de los huesos de alguien y frente a eso se queda callado. La impunidad alimenta al monstruo, a cualquier monstruo.


Texto de Ana Vega.

lunes, 13 de junio de 2011

RIMA XLII. Becquer.

RIMA XLII Becquer

Cuando me lo contaron sentí el frío
de una hoja de acero en las entrañas;
me apoyé contra el muro, y un instante
la conciencia perdí de dónde estaba.

Cayó sobre mi espíritu la noche,
en ira y en piedad se anegó el alma.
¡Y entonces comprendí por qué se llora,
y entonces comprendí por qué se mata!

Pasó la nube de dolor.... Con pena
logré balbucear breves palabras...
¿Quién me dio la noticia?... Un fiel amigo...
Me hacía un gran favor... Le di las gracias.

viernes, 10 de junio de 2011

ME PREGUNTO. Almudena Mora


ME PREGUNTO

Me pregunto

si alguien me habrá soñado

de la forma que yo no puedo.

Lejos de la risa que ya no me pertenece,

de tus gestos, de los que en ocasiones huyo

o distante de estos versos que ahora escribo.

Me pregunto

si al leer las líneas rotas

alguien sobrepasará el margen

de quedarse sencillamente en las palabras

y tendrá curiosidad

por saber de mí.

Si su imaginación me retratará

con ojos claros, largo pelo,

con la espalda desnuda

y entre papeles en blanco y negro.

Me pregunto si entenderá

la realidad que acompaña a cada verso,

la sucesión de cristales rotos

componiendo las calladas notas escondidas.

Si moverá de su vida algún esquema,

si iluminará en sus ojos nuevos colores

o plasmará, sin pretenderlo, la disposición de sus adentros.

Me pregunto

si identificará cada imagen,

si entre las páginas, de verdad,

gustarán los “internos vocablos arqueados”

o deseará en su vida integrar con mi nombre los versos.

martes, 7 de junio de 2011

ASÍ. Almudena Mora

La tela lisa y anudada al ombligo,

los brazos libres y los tobillos descubiertos.

Abotonado desde el centro del pecho

hasta la línea de la cintura.


Así me miraste y te robé los ojos,

así acariciaste dentro sin moverte del sitio.


Eras la sonrisa afilada

y yo la mejilla que se sonroja.


Tú el ímpetu de acercarte

y yo la magia de quererte cerca.


Azul, aún siendo en mí raro,

te veía en la mirada;

tus manos ligeras y tranquilas

comprobaron la forma, la textura.


El camino de botones

y tu risa en mi garganta.


Así me miraste y te robé los ojos,

así acariciaste dentro, sin moverte del sitio.


** Hoy había que empezar por algo mío, porque si no creo algo en mí, quién va a hacerlo? Porque aunque piense hasta el infinito que muchos otros me superan y mucho, y por eso les admiro... también esta es mi forma, y tendré que defenderla igual que la siento.

domingo, 5 de junio de 2011

7 POEMAS. Isabel García Mellado.



1.

se encontró con el sol
adentro de una taza,
un mensaje cifrado
referente a un trayecto,
el barco anclado a la tormenta,
imágenes de un mar hecho de espigas
aquellas impurezas
que sostienen el blanco
como algo que es creíble,
una estrella minúscula cargaba con el mundo
donde ese lugar cálido
al que volver por siempre
las palabras de tinta
tan llenas de silencios,
pero se encontró el sol
adentro de una taza
y tuvo que emprender este viaje


2.
había tantas formas
de ganarle al tiempo
la niña azul temblaba
desnuda en la nevera
con gritos de hojalata
pinceles por si acaso
caballos blancos
caballos blancos
una bata manchada
por los cuentos de hadas
ciudades blancas
ciudades blancas
y luego un muro


3.
no abandones el cauce de este río
y siempre estarás yendo a alguna parte
hablarán los miedos de cada uno
cuando llegues:
un personaje nuevo en la obra de siempre
pase usted, tome asiento, acomódese
al principio el paisaje será hermoso y tranquilo
poco a poco irás viendo las trampas y las grietas
y te enfadarás mucho contigo mismo
tratarás de cambiarte de traje o de vestido
y tu corte de pelo te parecerá horrible,
intentarás arreglarlo
pero una niña azul desnuda
saltará sin cesar de un lado al otro
dentro de la casa y no te dejará
ver que llega mañana,
un día, y otro día, y otro
días blancos


4.
luego un hambre ya vieja
que nunca sacia nada,
llorará usted
como el resto lloramos cuando vemos
las flores serán pronto
servilletas gastadas
y la vida
una broma que nadie entiende


5.
por qué la niña azul ahora está tan quieta
por qué su desnudez tiene un nombre distinto
por qué nadie la oyó cuando advertía:
sigan andando, damas y caballeros, no puedo
mantenerme siempre alerta



6.
sacaron de la tinta éste silencio
un loro de colores repetía tu nombre
como un martillo
la niebla en las palabras
provocaba accidentes
pero nadie se hacía responsable de nada
“y son cosas que pasan”, “yo no he sido”
el loro repetía tu nombre como un rezo
y no había lugares comunes
¿eso es bueno?


7.
y luego del “the end”
comenzaba otro pase,
como siempre

viernes, 3 de junio de 2011

DELITO. Gracia Iglesias Lodares.


DELITO

Si quieres cúlpale,

No importa que la sangre se ensanche con tu grito.

Él te ha dado motivos para hacerle

Responsable final de tu desdicha

Porque fue él quien decidió cobrarse

En días el tributo de los huesos.

Cúlpale

Por darte su regalo emponzoñado:

Bombones de latidos implacables

Que se agotan despacio cuando más necesitas

Una segunda estrofa.